¿Quién hace lo que quiere en la selección?

Grondona había dicho que “Maradona es la única persona que puede hacer lo que quiera en Argentina”. El final de la historia mostró que el mando sigue estando a cargo a de Don Julio.



Lleno de ilusión. El día del anuncio de Diego como nuevo DT de la selección.

“Es la única persona en el país que puede hacer lo que quiera, cuando quiera. Depende de él”. Habían transcurrido apenas 48 horas de la dolorosa eliminación de Argentina en el Mundial de Sudáfrica y Julio Humberto Grondona lucía muy tranquilo, como si nada hubiera sucedido, pese a los cuatro goles de Alemania en cuartos de final.

Parado en la puerta del restaurante del lujoso Michelangelo Hotel de Sandton, a minutos de Johannesburgo, el presidente de la AFA no ahorraba buen humor ante un grupo de enviados especiales, entre ellos uno de Mundo D. En ese contexto, lanzó su definición (“Puede hacer lo quiera”, dijo sobre Maradona) cuando se le preguntó si Diego continuaría siendo el entrenador del seleccionado.

Después, Grondona adornó su sentencia con un supuesto conformismo con la labor del DT, aunque deslizó que no estaba satisfecho, entre otras cosas, con algunos de sus colaboradores (en especial con el PF Signorini) y con la recurrente presencia de Ruggeri en la concentración de Pretoria.

Claro que dibujó bien ese malestar, a tal punto que dio a entender que estaban dadas todas las condiciones para que Maradona siguiera en su cargo. Todo eso hasta ayer.

Habituado a fumar bajo el agua y a ser el único que realmente hace lo que quiere, aquella afirmación del titular afista (“Depende de él”) quedó más desvirtuada que nunca cuando Don Julio se sentó ayer frente a Diego con una lista de condicionamientos necesarios para que el técnico se viera en la obligación de irse, sin que el máximo dirigente del fútbol argentino pagara el costo de echarlo.

A ningún entrenador le gusta que le cuestionen sus ayudantes y tocarles sus integrantes es un punto seguro de conflicto. Ni hablar si ese DT es Maradona. Se sabía que reaccionaría así y se iría. Otra vez Grondona hizo lo que quiso.